jueves, 26 de mayo de 2016

Un show para algunos, una vergüenza para todos.


El colorido y la parafernalia de los circos distrae la atención sobre el maltrato y abuso de los animales que mantienen cautivos. A pesar de que muchos niños sueñan con poder unirse a un circo, sus animales darían lo que no tienen para poder escapar de éstos. 

Si salieran a la luz las atrocidades que se llevan a cabo con los animales en los circos, como las formas de captura, entrenamiento, y “retiro”, inmediatamente perderían todo atractivo. La mayoría de los circos no cuenta con suficiente dinero, por lo que los animales no suelen recibir los cuidados necesarios. 

Los animales de circo, que en su gran mayoría son muy activos por naturaleza, son forzados a pasar la mayor parte de sus vidas en pequeñas jaulas y únicamente son sacados por períodos de tiempo cortos, para actuar. Climáticamente, el ambiente del circo es muy distinto al del hábitat natural de los animales cautivos. 

Los calurosos días de verano son una tortura para animales como los osos, mientras que otros, como los leones, sufren sobremanera en los meses de invierno.

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